Los “Maxis” regresaron del
Pachuca a su querido Bancruz
El fútbol de Río Gallegos tiene dos “cracks” por experiencia y se trata de juveniles formados en Bancruz que pasaron siete hermosos meses integrando las filas del Pachuca de México.
Tras cumplir un sueño, Maximiliano Chávez y Maximiliano Larralde, más conocidos como “Los Maxis”, regresaron a nuestra ciudad y a su querido Bancruz.
Fueron recibidos por sus familiares, amigos y también por dirigentes bancarios.
También los esperaba aquí el DT, Eloy Pavón, quien al mismo tiempo es visor internacional del Pachuca y quien hiciera los contactos para que se concretara esta experiencia.
Los “Maxis” llegaron el domingo a nuestra ciudad con un informe que mandaron los directivos del Pachuca, firmado por el manager general que es el profesor Fasi.
“Es un informe muy lindo y muy positivo para los chicos, así es que de ahora en adelante tendremos que trabajar en conjunto con el Pachuca para el seguimiento de los chicos porque en el informe nos cuentan que el límite de extranjeros pasó de cinco a sólo dos jugadores, por lo que no pueden jugar como extranjeros en el Pachuca, pero la idea de ellos es incorporarlos a otro club competitivo para que puedan tener una buena competición y mantener todo lo bueno que hicieron allá”, informó Eloy.
En el informe, el Pachuca también manifestó que quieren tener contacto muy seguido para saber como van evolucionando. Llegado el momento, los incorporará el Pachuca o seguirán en alguna otra institución que se decida.
Pavón dijo que tiene “una charla pendiente con el profesor Fasi, porque él no quiso pasar sobre mi tarea que es la de visor internacional del Pachuca. Allí me solicitó la incorporación a otro club. Yo le agradezco mucho, pero le voy a pasar el mando a él y en conjunto decidiremos el futuro inmediato de los chicos.”
Esto no quita que otros chicos vayan a probarse allá porque no van a existir problemas en inferiores. El caso de los “Maxis” es porque están próximos a cumplir 18 años y pasarían a ser jugadores profesionales.
“El Pachuca nos está solicitando que vayan más chicos de aquí para realizarles pruebas, pero deberán ser de edades mucho más chicas, como para que tengan más tiempo de estar allá y tengan más tiempo de estadía como para nacionalizarse, que es lo que no alcanzaron a hacer estos chicos que llegaron pocos meses antes”, aseguró el actual DT de la Primera.
“Maxi” Chávez
El primero en enfrentar el grabador, fue “Maxi” Chávez. Un veloz delantero que ya mostró sus pergaminos en el final del torneo de Primera en la temporada pasada.
“Por suerte, tuvimos la oportunidad de haber conocido otra cosa que es muy distinta a la que vivimos acá. Es todo muy distinto. Desde las canchas, hasta los lugares de entrenamiento y los lugares de juego y también destacamos que la gente es muy buena allá, al igual que el nivel de fútbol que se juega”, comenzó contando este verdadero crack.
Además, dijo que cuando llegaron, hicieron una pretemporada con mucha carga física y después empezó el torneo, por lo que era menos trabajo físico y mucho más fútbol.
“Maxi” comentó que la gran mayoría de las veces jugó en su puesto original, pero también lo probaron como volante por izquierda. “Me sentí muy bien, porque tenía el respaldo de todos mis compañeros”, tiró.
La experiencia fue increíble para los chicos de Bancruz porque estuvieron en un club reconocido a nivel mundial.
“Es un club muy grande que tiene muy buenas inferiores, donde casi todos los chicos que están ahí ya sueñan con poder llegar al primer equipo”, señaló el joven Chávez.
Los dos riogalleguenses entrenaban en el mismo predio que los jugadores de Primera y por eso los cruzaban siempre.
“Hablamos con ellos, pero más con Cristian Jiménez que nos invitó a la casa, nos aconsejó, nos habló y nos ayudó mucho”, confesó muy orgulloso.
Las anécdotas son muchas y vaya si tendrán tiempo para contarlas. Entre otras cosas, contaron que el fútbol allá es muy distinto, porque en México se juega muy fuerte, se corre mucho. Se pelea mucho por la pelota y eso lo hace diferente.
La entrevista se realizó en la sede del club Bancruz que es como un segundo hogar para ambos jugadores. Y en ese marco, “Maxi” Chávez afirmó que “es hermoso volver a jugar con la camiseta de Bancruz, volver a jugar en Primera y jugar en una cancha como la que se jugaba allá también. Es muy lindo.”
Sobre el final, el joven dueño de una endiablada habilidad contó que toda la gente del Pachuca los felicitó por nuestro juego y por su conducta.
“Destaco la experiencia y todo lo que aprendí allá, porque se vive mucho. Por suerte tuve la suerte de poder conocer otra cosa y vivir otro mundo”, aseguró.
“Maxi” Larralde
El otro “Maxi” es de apellido Larralde y tiene el mismo gran futuro por delante, pero como el gran dueño de la media cancha.
Su caso no varía mucho con el de “El chueco” (así lo llama a “Maxi” Chávez).
Dijo que el primer mes extrañaron mucho a la familia, querían estar con ellos, pero tuvieron la suerte de que viajaron los dos juntos y pudieron ayudarse en los momentos más difíciles.
“Allá el Pachuca tiene la cualidad de recibir muy bien a los chicos. Cuando llega uno nuevo, le hablan y lo tratan de incorporar enseguida el grupo. Cuando nosotros llegamos, enseguida nos hablaron y nunca tuvieron problemas en integrarnos al grupo”, indicó el talentoso Larralde.
Contó que lo que más le preguntaban era de dónde provenían, si eran de Buenos Aires, a lo que les respondían que están a una distancia de cuatro horas de avión.
Un día en la vida…
Más de uno puede preguntarse cómo era un día en la vida de “Los Maxis” en México. Sobre eso, ellos expresaron: “Nosotros nos levantábamos seis y media o siete de la mañana para desayunar y luego llegaba el camión (así se le dice al colectivo en México) para ir a entrenar. Llegábamos a las siete y media a la Universidad para esperar el entrenamiento hasta las nueve, en el mismo predio donde se entrena. El club tiene un comedor que es como un restaurante, donde comíamos y nos íbamos a la escuela. Los martes y jueves hacíamos doble turno y los lunes, miércoles y sábados era una sola sesión.”
Comentaron que el entrenamiento era muy variado. Les tocó llegar a mitad de un campeonato, cuando el Pachuca estaba peleando el campeonato en la categoría ’99 y por eso en un principio tuvieron mucho trabajo en cancha. Después, cuando terminó el torneo, hicieron la pretemporada con pesas, pero era muy variado.
“En los primeros meses, fue muy difícil porque estábamos acostumbrados a otro tipo de entrenamiento, con una exigencia mucho menor y nos costó bastante llegar a adaptarnos a ellos”, aseveró “Maxi” Larralde, quien además indicó que, por suerte, en México siempre jugó “de cinco, aunque el técnico hacía diferentes planteos tácticos que por ahí te variaba un poco el puesto, pero no era mucho.”
El Pachuca tiene las mejores inferiores de México y es por eso que tienen chicos en seleccionados nacionales y con muy buen nivel.
Se cuida cada detalle. A tal punto que luego de cada entrenamiento, el técnico tenía una planilla, donde anotaba todo lo que tenían que mejorar y hacían hincapié en eso.
Cambio de mentalidad
El viaje le ofreció un progreso de todo tipo a estos dos jóvenes talentos y eso también incluye un cambio de mentalidad positivo que tanto escasea por estos lados.
“Creemos que mejoramos porque fueron siete meses trabajando de una forma profesional, porque allá los chicos de la categoría ‘92 ó ‘93 ya están mentalizados en que son profesionales y se trabaja como tales”, afirmó con mucho convencimiento Maximiliano Larralde.
Ya en nuestra ciudad, él también piensa en volver a vestir la camiseta del club que lo vio nacer. “Hablamos con “Maxi” que es hermoso volver a ponerse la camiseta de Bancruz. Llegamos el domingo y enseguida llamamos al “profe” Eloy Pavón para preguntarle cuándo entrenamos para poder jugar este fin de semana con Bancruz.”
No podía faltar un pequeño balance final de lo que fue esta hermosa experiencia, que no es más que el comienzo de sus carreras como profesionales.
“Es una experiencia única. Es increíble las cosas que uno aprende y las que puede ver. Ojalá, si Dios quiere, puedan viajar 100 chicos más de Río Gallegos para que vean lo que es estar ahí y que eso sirva para cambiar el fútbol de nuestra ciudad.”
La verdad, no se puede decir mucho más de estos dos chicos tan talentos como humildes y educados. Son un verdadero ejemplo para otros que quieran seguir sus pasos. Con esta actitud y el talento que Dios les dio, seguramente llegarán muy lejos.
<Nota extraida de la web del diario Tiempo Sur www.tiemposur.com.ar .
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