Domingo con opciones, Hispano, El Cóndor y Boxing, son los escenarios designados para el cierre de esta cuarta fecha. Apunto a Bancruz – El Cóndor, como partido principal. Es el debut en este torneo por parte de Bancruz en el verde césped, lo conoce, claro está, pero sus dos triunfos obtenidos fueron en cancha de Hispano y El Cóndor. Los de la mueblería, cayeron aquí, frente a quien hoy es líder solitario de Torneo.
Bajo la tutela arbitral de Raúl Cedrón comienzan, pasadas las seis de la tarde, horario acomodado sensatamente, ya todos vieron o saben de los triunfos resonantes de este fin de semana, Esto es el triunfo de River, en el súper clásico, y el paso, histórico de Los Pumas, en la lejana Francia, que entra entre los cuatro mejores del mundo.
Bancruz con pilcha blanca, por eso de la similitud de adversario.
Las hinchadas parecen una sola, porque todos los trapos son azules, aunque se distinguen por las letras unos y otros.
Bancruz, viene derecho, pero El Cóndor de la mano de Juan Díaz, no ha defraudado, ni mucho menos.
Cuatro, cuatro, dos, el planteo táctico de ambos, aunque Maxi Chávez, en ocasiones se convierte en enganche.
Mauro Rosales, con la siete en la espalda, va en la foto de los titulares al igual que David Romero que tiene la nueve. Diez minutos, y Chávez, aparece por el centro, Romero no tiene ni necesidad de marcarle el lugar donde quiere la pelota, porque Maxi, ya se la puso “Ahí” justo a espaldas de los centrales, con toque sutil, a ras del piso. David, la toma y encara, sale Ludueña, dibujando un achique, que prospera pero a medias, porque del rebote, el atacante la encuentra y sigue su marcha a lo que es el primer grito de la tarde, y es para Bancruz.
En el Cóndor, se mostraba claro como salida Muñoz por derecha y Hernández por izquierda, pero tanto Copeckzny como Ojeda, eran absorbidos en la marca por Muñoz y Fernández. Por otra parte Maxi Larralde, andaba a la caza de cuanta pelota rondara el círculo central o sus alrededores, y ganaba, y alimentaba a un Rosales más que inquieto, que junto a Romero desparramaban hombres en sus ataques.
De apoco El Cóndor, empezó en defensa a encontrarle la vuelta al partido, pero no hay peor cosa que cuando el andamiaje empieza a parecer aceitado, se te rompe un engranaje, y se complica todo. Porque el pelilargo numero ocho Cristian Muñoz, ve roja de parte Cedrón y el equipo de Juan Díaz, siente que la cosa se complica. Y Bancruz se hizo propietario del campo, la pelota, y del resultado, pero en fútbol, esto no es garantía de triunfo, para eso tenes que meterla más que tu adversario, y si tu rival, lo poco que llega lo aprovecha, ni hablemos. Pelota de izquierda a derecha, antes que salga del área, la corre Copeckzny, lo persigue Lucas Fernández,, giro y derechazo buscando centro, y mano indiscreta la de Lucas que se extiende en el aire, y que Cedrón, traduce en pena máxima. Rodrigo Ludueña, recorre, los casi cien metros desde su arco, con la consigna de patear.Y lo hace, preciso, de derecha y al palo izquierdo de Ghel, que nunca había visto caer su arco. Empate en uno y al descanso.
Alguien dijo por ahí, “Segundas partes nunca fueron buenas” y creame, que nunca mejor la frase para lo que fue el segundo tiempo, Bancruz dominó a voluntad, ayudado por un adversario, que replegó sus líneas, más de lo ideal, y los dirigidos por Capovila, jamás encontraron la llave que les abriera el arco defendido por Ludueña. Y los hoy “azules” empezaron a tener en cada contra mejores posibilidades de gol que los bancarios cuando llegamos a noventa, Cedrón estiró la cosa a cuatro más, que sirvieron de poco. Fue empate, que dice que Bancruz, sigue invicto, que dice que El Cóndor es un hueso duro de roer, y que también dice, que Boxing le agradece a ambos el resultado ofrecido.
IMPARCIAL
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